jueves, 8 de noviembre de 2012

Voy al aire en 3… 2… 1…


  Termina una canción que hablaba de un hombre agradecidísimo con el altísimo de “Arriba de más arriba”… entra el fondo musical que baja a segundo plano y el Chichí anuncia con voz entusiasmada que un popular cantante se presentará en la Plaza de Toros para celebrar que ni su obesidad, ni sus excesos sexuales lo han matado en 40 años…
  Termina él y yo me abalanzo al aire, y mientras hablo, me doy cuenta que siempre empiezo con la misma frase, quisiera cambiarla, voy a pensar en otra forma de decir “mi queridísima gente”. Ahora doy la hora sin entender qué hora es. Comento el clima que supuestamente hace en las calles donde deberían estarme escuchando. Parece que hace calor pero la cabina raya en lo congelante, no importa, así me gusta vivir, en lo frío. Mientras mi mente razona todo esto me descubro hablando de un chisme, una cantante popular que ha tomado una fama inusitada sufre de las atrocidades de su marido. A mi no me importa, no entiendo a quien le puede importar, es un divorcio mas, nada que ver con el mío, bueno, también el mío fue una atrocidad.

  No me gusta hablar de chismes, preferiría decirle a la gente que despierte, que deje de sufrir, que hay maneras para dejar de vivir sumergidos en la estupidez… no lo hago, no logro yo salir de mi propia estupidez… entra música… música horrenda al aire…

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