El Bombero tiró por la ventana de la Ford 76 el ultimo bote del 24 de
TKT’s que le piché para que me llevara a buscar a aquella chica maravillosa que me había deslumbrado en mi cumpleaños.
En el trayecto a Galeana, pueblo natal del Bombero y donde empezaría la búsqueda de la sabrosa muñequita de ojitos azul Telcel, mi cuate, ya medio enchanclado, me contó que de niño era el primero en llegar a los incendios y organizar al vecindario para combatir la lumbre. Cuando los verdaderos “Traga humos” arribaban, él ya tenía todo bajo control, supuestamente por eso le decían... ¡¡EL BOMBERO!!
La plática se interrumpió cuando entramos al pueblo más solitario que he visto en mi vida. Sus calles eran anchas y sin pavimento. No se veía gente, solo enormes
trokas que a velocidad desaparecían dejando solo un terregal en el aire.
Mientras comprábamos carne seca para masticar, un paisano se acercó y saludó a “La Bombera” quien fingiendo no ofenderse por que le hicieran femenino el apodo, contesto el saludo. Pero muy a su pesar, el tipo le preguntó, a modo de
carrilla, si seguía aullando cuando miraba humo. El hasta entonces “Bombero” cortó la platica y me dijo que fuéramos a la
desponchadora, que ahí podíamos preguntar por Laurita. Lamentablemente para mi amigo, el recibimiento fue el mismo: ¿¿
Quihubole Bombera??
¿¿Qué
chingaos haces por acá?? Le dijo su
compita.
Quien para mí era “El Niño Bombero”, contó la historia de la rubia a su conocido y que yo quería encontrarla. El tipo, que siempre le dijo con seriedad Bombera, le informó que dicha chamaca era una
Le Barona y que vivía con su padre y varias de sus madres en “La Colonia”.
Mientras nos subíamos a la maltrecha Ford 76 le pregunté a mi
compa que si yo también podía decirle “mi bomberita” y con sorpresiva rabia me dijo que NO y que me llevaría a la colonia Le Barón porque sabía que ahí me partirían la madre en cuanto yo preguntara por la chica y así dejaría de estar chingando.
En 10 minutos entramos a un polvoroso
pueblillo mormón con lindas casas de madera. El hasta entonces Bombero me indico preguntara a dos jóvenes si conocían a la Laurita. Pregunte a los pequeños y amablemente los dos rubios muchachotes me dijeron que siguieramos derecho por un largo huerto de manzanas y al final preguntara por ella.
Di las indicaciones a “la Bomberita” quien se rió y me dijo que estaba yo bien pendejo pero que para que se me quitara, me llevaría a la cita con el "AMORRRR".
Pasamos más de 20 minutos y los huertos no se acababan, por fin llegamos a una pequeñita represa y ahí estaban los dos mormoncitos de la entrada del pueblo con otros dos güeros igualitos a ellos. Me bajé y apenas los iba a saludar y preguntarles como habían llegado tan rápido cuando empezó la golpiza. Recuerdo claramente como uno incitaba a un tal
Benji a patearme la cara.
Todo fue muy rápido, del regreso y la manera en que me olvide de la Le Barona no me acuerdo. Despues me enteré que había ganado un concurso de belleza estatal. No me importó. El grito de
“patéale la cara Benji” me hacía eco y sigue retumbando hasta hoy, que se de la horrible matanza y toda esa tragedia que ha pasado en aquel lugar rodeado de árboles de manzanas y duraznos.
Descansa en paz
Benjamín Le Barón, la primera vez que supe de tí peleabas por defender lo tuyo (en contra mía), la segunda vez que apareciste en mi vida me golpeaste más duro al saber lo que te había pasado por defender, como siempre, a los tuyos.
Al gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza y a Calderón les digo que son unas mierdas por dejar que muera gente así, héroes de verdad. Esto ha rebasado nuestros límites y sabremos muy pronto que hacer en contra de las estupideces del gobierno y de la inseguridad... el ejemplo saldrá de La Colonia Le Barón… en el municipio de Galeana.
PD 1 El Bombero nunca le platicó a nadie lo que me había pasado y yo nunca conté que su verdadero apodo era “La Bombera” porque nomás veía fuego y salía a toda velocidad aullando (de miedo).
PD 2 Se les dice Bomberas a los carros bombas de los bomberos.
PD 3 Con respecto al
BLOG del 22 de julio de 2009 de mi amiga Franco, simplemente les digo que no le entiendo, pienso que se ha tirado a la bebida y que le urge un micrófono.